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Vivimos un momento de quiebre tecnológico: mientras menos del 50 % de algunos países adoptan herramientas sofisticadas como ChatGPT, alrededor del 70 % de la población aún no las usa o apenas las percibe . No manejar inteligencia artificial (IA) pronto será tan limitante como no saber leer o escribir: un impedimento para entender, decidir y competir en un mundo digital.
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El abismo IA
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En Estados Unidos, solo el 52 % de los adultos utiliza modelos de lenguaje como ChatGPT, Claude o Gemini (elon.edu).
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A nivel global, ChatGPT, con 200 millones de usuarios semanales, representa apenas el 2 % de la población mundial .
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En ámbitos profesionales, sectores como publicidad ya registran un uso de IA del 70 % (reddit.com). La brecha entre avanzados y rezagados es cada vez más visible.
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¿Por qué un adulto “no es para mí”?
Quienes piensan “no necesito IA” suelen preocuparse por lo complejo, temen perder el control o valoran lo analógico. Los estudios con mayores de 50 años muestran que, aunque motivados, encuentran puntos de partida confusos y prefieren métodos prácticos, guiados (ctpost.com, arxiv.org). La falta de educación al respecto alimenta la reticencia. -
IA como la nueva lectura: un derecho mínimo
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Expertos señalan que la ‘alfabetización en IA’—la capacidad de entender, usar, supervisar y evaluar la tecnología—es esencial, del mismo modo que saber leer y escribir (journals.sagepub.com, en.wikipedia.org).
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En contextos educativos, países como Australia coinciden: sin dominar lectura y numeración básicas nadie puede “aprovechar las máquinas” (theaustralian.com.au).
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Quienes hoy no se adaptan, mañana enfrentarán limitaciones reales en empleo, acceso a servicios, oportunidades y participación activa.
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Lo inmediato: ventajas concretas
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Resumen de textos, generación de correos, optimización de tareas cotidianas: son usos prácticos ya masivos .
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En el trabajo, integrar IA abre posibilidades de ahorro de tiempo, creatividad y eficacia institucional (reddit.com).
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El uso de IA ya no es una opción, es una exigencia para quienes quieren leer, interactuar y desarrollarse en la realidad moderna. Aprenderla no implica mutarse en técnico, sino entender sus alcances y límites. Así como hoy nadie reniega de leer, quien no aprenda IA quedará marginado de decisiones, oportunidades y derechos básicos.
Invitar a la reflexión:
¿Tu primer contacto con la IA será por curiosidad o por necesidad? Ese paso definirá si en el futuro serás un lector pasivo del presente… o un protagonista preparado del mañana.
