La Explosiva Declaración de #Weretilneck en Twitter, un giro hacia la confrontación #milei
En los ocho años de su gestión como gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck ha sido conocido por mantener un perfil sereno y diplomático. Sin embargo, recientemente, rompió ese molde al expresar abiertamente su enojo a través de un contundente mensaje en Twitter. Esta publicación marcó la primera vez que lo vimos explícitamente enojado, y su indignación estaba dirigida directamente al gobierno de Milei, encabezando un posteo de magnitudes inusuales.
En sus palabras, Weretilneck destacó la importancia del federalismo en la organización política de Argentina y recordó que los gobiernos provinciales desempeñan un papel crucial al garantizar servicios esenciales como seguridad, salud y educación. Repudió la falacia de culpar a las provincias del déficit fiscal del país y dejó claro que no aceptarán ningún tipo de apriete desde el Gobierno Central.
"Desde el interior no vamos a aceptar ningún tipo de apriete: vamos a defender a Río Negro y a las provincias patagónicas", declaró con firmeza. Este posicionamiento revela un cambio de tono notable y un giro hacia la confrontación que no habíamos presenciado en sus anteriores comunicados.
En el corazón de su mensaje está la defensa apasionada de la Patagonia, una región que contribuye significativamente a la producción de gas y petróleo, genera una gran parte de la energía eléctrica del país y alberga los mejores centros turísticos que aportan divisas a la nación. Además, Weretilneck resalta la presencia de actividades como la agricultura, ganadería y pesca que son fundamentales para la economía regional y nacional.
La declaración concluye con un llamado a la unidad y la cooperación, destacando la importancia de trabajar juntos para superar desafíos comunes. Sin embargo, la tensión subyacente en sus palabras sugiere que Weretilneck siente que la unidad está siendo amenazada por acciones y declaraciones provenientes del Gobierno Central.
La retórica fuerte de Weretilneck no solo refleja su propio descontento, sino también una creciente tensión entre los diferentes niveles de gobierno en Argentina.