En la entrevista, el biólogo Carlos Ale explica la importancia de los depredadores naturales, como lechuzas y búhos, en el control de los roedores, especialmente el ratón colilargo, principal transmisor del hantavirus. Ale destaca que las poblaciones de estas aves han disminuido por la pérdida de hábitat. Su estudio doctoral incluye la colocación de cajas nido para la lechuza de campanario (Tito alba), con el objetivo de aumentar su población y controlar naturalmente el colilargo. El proyecto se inspira en experiencias exitosas de Mendoza y Chile.
Ale subraya que las lechuzas no tienen depredadores natura
les significativos, aunque sus crías pueden ser vulnerables. La investigación se encuentra en una etapa inicial, pero los resultados en otros lugares son prometedores, y las lechuzas podrían ser una pieza clave en la lucha contra el hantavirus.
Fuente Canal 36