En los últimos años, conceptos como la “regla del 80/20” y la palabra “incel” comenzaron a circular con fuerza entre adolescentes y jóvenes en redes sociales. Estas ideas, aunque nacidas en foros de internet, se expanden con rapidez y generan debates sobre la atracción, el rechazo y los vínculos entre varones y mujeres. ¿Qué hay de cierto detrás de estas creencias?
La llamada regla del 80/20 es una interpretación libre de la Ley de Pareto, adaptada al mundo de las relaciones. En este contexto, la regla sugiere que “el 80% de las mujeres se sienten atraídas por solo el 20% de los hombres”. Esta afirmación se popularizó en plataformas como Reddit, TikTok o foros vinculados a la “manosfera”, y suele estar acompañada de un fuerte componente de frustración.
“Hoy en día las chicas solo eligen a los más lindos, populares o con plata. Si no estás en ese 20%, no existís”, se puede leer en comentarios anónimos. La idea se apoya parcialmente en estudios de comportamiento en aplicaciones de citas, donde se observa que muchas usuarias dan "like" a un porcentaje menor de perfiles en comparación con los varones.
Este fenómeno ha dado lugar a comunidades online donde se agrupan los llamados incels, abreviatura de “involuntary celibates” o célibes involuntarios. Se trata, en general, de varones jóvenes que sienten que no pueden conseguir pareja ni relaciones sexuales, y que responsabilizan a las mujeres o a la sociedad por esta situación.
“Las mujeres tienen el poder de elegir, y siempre eligen al mismo tipo de hombre. El resto quedamos descartados”, afirman en estos espacios, donde también circulan discursos misóginos y fatalistas.
Sin embargo, psicólogos y especialistas en vínculos advierten que estas teorías simplifican en exceso la realidad. La atracción humana está influida por muchos factores: apariencia, personalidad, inteligencia emocional, intereses compartidos y contexto social. Además, en la vida real —lejos de las aplicaciones— las interacciones tienden a ser mucho más diversas y complejas.
“Reducir la atracción a una fórmula matemática puede generar más frustración y aislamiento”, explican profesionales. Y advierten que la difusión acrítica de estas ideas puede reforzar estereotipos dañinos y dificultar el desarrollo de vínculos sanos.