La Precarización Laboral en Río Negro: Contratos Inestables y Monotributos, la Norma en la Función Pública
En el epicentro de la Casa de Gobierno de Río Negro, los escritorios están plagados de números y plantillas que revelan una realidad inquietante: la precarización laboral se ha arraigado como una práctica habitual en la provincia. La Función Pública acaba de dar a conocer un informe que arroja cifras alarmantes: 4,300 personas, entre contratados, docentes que cobran por horas cátedras y monotributistas, conforman una fuerza laboral que factura al Estado provincial.
El mes de enero se destinará en el Gabinete a un minucioso relevamiento de esta situación, pero desde ya se anticipa un panorama heterogéneo: contratados difíciles de ubicar en la estructura gubernamental, a la par de trabajadores cumplidores que, paradójicamente, perciben ingresos mensuales que rondan los 150 mil pesos, gracias a sus facturaciones.
La precarización laboral, lejos de ser una excepción, se ha convertido en la norma en la Función Pública de Río Negro. Los contratos temporales y los monotributos se han vuelto la herramienta de elección para cubrir las necesidades de personal, generando una red compleja de empleados que, en muchos casos, viven con la incertidumbre de no saber si su contrato será renovado o si serán absorbidos de manera permanente por la administración pública.
a administración provincial se encuentra frente a un dilema ético y operativo: ¿es sostenible mantener una fuerza laboral tan diversa en términos de estabilidad y remuneración? ¿Cómo impacta esto en la calidad de los servicios públicos ofrecidos a los ciudadanos?
