La provincia de Río Negro, en Argentina, está en proceso de declarar la educación como un "servicio estratégico esencial", una medida que ha generado controversias. El proyecto busca garantizar que, incluso durante huelgas docentes, las escuelas se mantengan abiertas con un sistema de "guardias mínimas". Esto significa que durante los primeros dos días de huelga, al menos el 30% del personal docente y no docente debería continuar trabajando, y si la huelga se prolonga, este porcentaje subiría al 50%. La medida ha sido aprobada en primera vuelta en la Legislatura provincial y tiene como objetivo garantizar el derecho a la educación de los estudiantes, incluso en situaciones de conflicto laboral. Sin embargo, los gremios docentes, como UNTER, se han opuesto fuertemente, argumentando que esto atenta contra el derecho a huelga y no resuelve los problemas estructurales del sistema educativo, como el financiamiento insuficiente y las condiciones laborales precarias.
A nivel internacional, países como Francia y Estados Unidos también tienen políticas donde ciertos sectores, incluida la educación, son considerados "esenciales" bajo determinadas circunstancias. En Francia, por ejemplo, la educación pública es fundamental y ciertos derechos, como el de huelga, pueden estar limitados cuando se compromete el acceso a servicios esenciales. En los Estados Unidos, algunas jurisdicciones consideran los servicios educativos esenciales, lo que puede limitar las huelgas prolongadas de maestros para evitar interrupciones significativas en el sistema educativo.
Sin embargo, esta visión de la educación como un servicio esencial varía significativamente según el país y el contexto. En Finlandia, uno de los países con mejor desempeño educativo, las huelgas son extremadamente raras y la calidad del sistema educativo se prioriza a través de un fuerte financiamiento estatal y una alta valoración del rol docente, lo que disminuye la necesidad de medidas como las propuestas en Río Negro.
El debate en Río Negro refleja una tensión común en muchos países: cómo equilibrar el derecho de los docentes a la protesta con el derecho de los estudiantes a una educación continua y de calidad.