Mientras el gobierno nacional, encabezado por Javier Milei, busca eliminar el 90% de los impuestos y devolver la autonomía tributaria a las provincias, en Río Negro el panorama fiscal se complica. La Legislatura provincial debate proyectos que incluyen aumentos considerables en impuestos clave, como Inmobiliario e Ingresos Brutos, lo que ha generado controversia tanto dentro como fuera del ámbito legislativo.
El paquete fiscal de Río Negro para 2025 prevé subas significativas. Por ejemplo, el impuesto Inmobiliario mínimo anual pasará de $11.165 a $50.000, un incremento del 300%. Además, se reestructurarán las valuaciones fiscales y se ampliarán gravámenes en actividades como telecomunicaciones y transporte de carga.
Por otro lado, Milei propone una reducción drástica de la carga fiscal, argumentando que esta estrategia reactivará la economía, aumentará el consumo y devolverá a las provincias la capacidad de autogestión tributaria.
Los aumentos impositivos en Río Negro
El gobierno de Río Negro defiende los incrementos como una forma de corregir el desequilibrio en la recaudación. Según el jefe de la Agencia de Recaudación, Alejandro Palmieri, la participación del Inmobiliario en los ingresos provinciales ha caído al 2,9%. Sin embargo, opositores como el legislador Daniel Belloso han calificado la medida como desproporcionada, señalando que el impacto real del ajuste será excesivo para muchos contribuyentes.
Automotores, por su parte, tendrá un incremento topeado al 110%, mientras que Ingresos Brutos incluirá nuevas actividades gravadas y aumentos en sectores estratégicos. Estos cambios han sido justificados por la necesidad de financiar proyectos de infraestructura y cubrir deudas provinciales, como los vencimientos del Plan Castello.