La detención de Facundo Jones Huala, líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), desató una ola de indignación en la comunidad de El Bolsón y entre las autoridades de la región. El incidente ocurrió en la madrugada del domingo, cuando fue capturado por efectivos de la Unidad 12 mientras intentaba ingresar a vehículos estacionados en plena vía pública.
De acuerdo con el sistema de monitoreo de cámaras de seguridad, Jones Huala fue visto
en actitud sospechosa, y al ser interceptado, reaccionó con violencia. Golpes de puño y patadas dirigidos a los agentes marcaron su intento de resistencia, lo que llevó a que fuera puesto bajo custodia. Sin embargo, horas después, la Justicia ordenó su liberación, generando una fuerte reacción de rechazo.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, expresó "Anoche la Policía de Río Negro demostró firmeza y eficacia. Facundo Jones Huala fue detenido en El Bolsón mientras intentaba robar vehículos en pleno centro de la ciudad. Un individuo con un largo historial delictivo que vuelve a ser puesto tras las rejas.", afirmó.
En paralelo, el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, vinculó la detención de Jones Huala con un reciente incendio que consumió la estancia "Amancay" en Trevelin, catalogándolo como un atentado relacionado con el desalojo de la agrupación mapuche Lof Paillako. "Estos actos no pueden quedar impunes. No solo destruyen bienes materiales, sino que generan miedo en nuestras comunidades", destacó Torres, quien también apuntó a la necesidad de investigar a fondo los vínculos entre estos hechos.
El episodio no solo puso en evidencia las tensiones persistentes en la región, sino que también reabrió el debate sobre el accionar judicial frente a casos que involucran a figuras polémicas como Jones Huala. Las declaraciones de las autoridades y la indignación pública reflejan una sensación de frustración generalizada, alimentada por la percepción de impunidad y la falta de medidas contundentes para resolver los conflictos en la zona.