Los accidentes de tránsito en Argentina siguen siendo una preocupación urgente, y las motos están en el centro de esta problemática. Según el informe de siniestralidad vial fatal correspondiente al 2023, actualizado en octubre de 2024, el 43% de las víctimas fatales en accidentes viales eran ocupantes de motocicletas. Esto representa un total de 1.746 muertes en todo el país.
Las motos: un medio peligroso
El perfil de las víctimas fatales que viajan en motocicletas refuerza una tendencia alarmante: el 86% son hombres, y más del 57% tienen entre 15 y 34 años. Los siniestros que involucran motocicletas ocurren mayoritariamente en vías urbanas (50%) y durante horarios nocturnos. La mayoría de estos accidentes son colisiones, representando el 69% de los casos.
En regiones como el Noreste (NEA) y Noroeste (NOA), las motocicletas están implicadas en el 59% y 58% de los accidentes fatales, respectivamente, superando significativamente la media nacional.
¿Qué deben hacer los municipios?
Para reducir la siniestralidad vial, especialmente entre motociclistas, los municipios deben tomar un rol activo y adoptar medidas concretas:
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Educación y reeducación vial:
- Implementar programas de capacitación obligatoria para conductores de motos, centrados en el uso del casco, maniobras seguras y respeto a las normas de tránsito.
- Realizar campañas de concientización dirigidas a los jóvenes, destacando los riesgos asociados a la velocidad y la falta de protección.
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Infraestructura segura:
- Diseñar calles con carriles exclusivos para motocicletas, lo que reduciría el riesgo de colisiones con otros vehículos.
- Mejorar la iluminación en áreas urbanas y rutas frecuentemente transitadas por motociclistas.
- Asegurar un mantenimiento adecuado de las calzadas para evitar accidentes por obstáculos o pavimento en mal estado.
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Controles estrictos:
- Incrementar los controles de alcoholemia y verificación del uso de cascos homologados.
- Introducir sistemas de scoring vial a nivel local, penalizando severamente a quienes reincidan en infracciones.
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Incorporación de tecnología:
- Promover el uso de sistemas avanzados de frenado, como ABS, en motocicletas nuevas y usadas.
Hacia una convivencia vial más segura
Para que las motocicletas dejen de ser percibidas como un peligro en las calles, es necesario un enfoque integral. Esto incluye educar a los conductores, adaptar la infraestructura y fortalecer los controles. Las políticas deben estar orientadas no solo a proteger a los motociclistas, sino también a fomentar una convivencia vial más segura para todos los usuarios de la vía.
La pregunta “¿Qué hacemos con las motos?” requiere una respuesta que combine compromiso, innovación y acción coordinada entre gobiernos, empresas y ciudadanos. Solo así podremos revertir las cifras alarmantes y avanzar hacia un futuro más seguro en las calles argentinas.