El reciente proceso de revisión de contratos en la provincia de Río Negro ha evidenciado diferencias significativas en la capacidad de negociación y logros obtenidos por los gremios estatales. Mientras que la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) ha hecho pública la reincorporación de trabajadores como un logro propio, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) mantiene un llamativo silencio. Esta situación se da en un contexto de tensiones por paritarias y el inicio del ciclo lectivo, con un mensaje político claro de parte del gobernador Alberto Weretilneck hacia el dirigente nacional de ATE, Rodolfo Aguiar.
El 31 de diciembre, el gobierno provincial no renovó más de 400 contratos laborales, dejando a cientos de estatales en la incertidumbre. En enero, el gobernador Weretilneck anunció una revisión caso por caso, sin compromiso de reincorporación automática, basando el análisis en la necesidad de personal, sanciones disciplinarias e inasistencias injustificadas.
UPCN logra imponer su relato de victoria, adjudicándose las reincorporaciones como resultado de su accionar. En cambio, ATE, con Rodolfo Aguiar a la cabeza, se muestra más reservado y sin comunicados oficiales que respalden su gestión en este tema. En vísperas del inicio del ciclo lectivo y con paritarias en el horizonte, la diferencia de estrategias y resultados entre ambos sindicatos se vuelve aún más evidente en su relación con la administración de Weretilneck.