La Escuela El Faro se prepara para dar inicio a su segundo ciclo lectivo, marcando un crecimiento significativo en su comunidad educativa. En su segundo año de existencia, la institución ha logrado triplicar su matrícula, un claro reflejo del impacto positivo que ha tenido en las familias de la comarca.
Mariela Duarte, directora de la escuela, y Rodrigo Busconi, miembro fundador, compartieron su entusiasmo y expectativas para este nuevo año escolar. “Estamos felices por este 2025, un nuevo ciclo lectivo en el que mañana tendremos el acto de inicio junto a los niños, sus familias y autoridades de la ciudad”, expresó Busconi.
Un crecimiento sostenido y una propuesta educativa innovadora
Desde su fundación, la Escuela El Faro ha trabajado en la consolidación de su proyecto educativo, con una visión integral y valores cristianos como base. Duarte explicó que el año pasado iniciaron con una sala de cuatro y cinco años integrada en el nivel inicial, mientras que este año han sumado una sala de tres años, una de cuatro y una de cinco independiente, además de la apertura de primer grado. “Abrir primer grado significa proyectar seis años más de crecimiento hasta completar toda la educación primaria”, destacó la directora.
Sobre los desafíos del primer año, Duarte recordó: “Empezamos con la convicción de lo que queríamos hacer, con un ideario claro, pero con el desafío de ponerlo en práctica. Hoy podemos ver los logros, con niños felices que quieren venir al jardín y a la escuela, y con docentes comprometidos con esta visión”.
El modelo pedagógico de la Escuela El Faro se basa en la experimentación y el aprendizaje a través del juego, alineado con el diseño curricular de la provincia de Río Negro. “Vemos al niño como una integralidad de cuerpo, alma y espíritu. Queremos que el aprendizaje sea disfrutable y real, y para eso, el juego es la base de todo”, explicó Duarte. La escuela también ha incorporado el idioma inglés como materia en el nivel primario y en forma de talleres en el nivel inicial, además de un enfoque en la educación ambiental, con una huerta y actividades de reciclado impulsadas por los propios estudiantes.
La relación con las familias y la comunidad
Uno de los aspectos que más resaltan en la Escuela El Faro es la participación activa de las familias en la comunidad educativa. Busconi destacó la importancia de la confianza generada entre padres y docentes: “En la primera reunión del año, los padres que ya formaban parte de la escuela comenzaron a hablar tan bien de su experiencia, transmitiendo seguridad a las familias nuevas. Eso nos llena el corazón y demuestra que estamos haciendo las cosas bien”.
La escuela mantiene grupos reducidos para garantizar un trabajo personalizado con cada estudiante. “Es un privilegio poder contar con esta dedicación exclusiva, porque nos permite ver y potenciar el desarrollo de cada niño de manera individual”, señaló Duarte.
Compromiso con la comunidad y la solidaridad
El sentido de comunidad que promueve la escuela se extiende más allá de sus aulas. Busconi destacó el rol que jugaron en los recientes incendios forestales que afectaron la comarca: “Como comunidad de fe, esto nos atravesó a todos. Nos organizamos en equipos de voluntarios para asistir a las familias afectadas, preparando viandas, haciendo cortafuegos y colaborando con los evacuados”.
Para Busconi, estos eventos dramáticos resaltan la importancia de la solidaridad y el compromiso con el prójimo: “El fuego nos marcó, pero también nos mostró lo mejor de nuestra sociedad. La ayuda y el acompañamiento son valores que transmitimos en nuestra escuela. Nos sentimos responsables de las generaciones futuras y trabajamos para formar ciudadanos comprometidos con su comunidad”.
Un futuro prometedor
Con el inicio del ciclo 2025, la Escuela El Faro no solo consolida su proyecto educativo, sino que también mira hacia el futuro con optimismo. La creciente demanda ha llevado a la institución a evaluar sus cupos y alentar a las familias interesadas a inscribir a sus hijos con anticipación.
“El crecimiento nos emociona y nos desafía. Sabemos que estamos sembrando para el futuro, construyendo una escuela donde los niños y los docentes quieran estar. Ese es nuestro mayor logro”, concluyó Duarte.