El ministro de Obras Públicas de Río Negro explicó cómo la provincia está sosteniendo proyectos claves como el hospital de Bariloche y la terminal de ómnibus, a pesar del retiro de fondos por parte del Estado Nacional. Destacó la decisión política de priorizar la salud y el impacto económico que tiene la obra pública en las localidades.
“El hospital de Bariloche va a ser el más grande de la provincia y prácticamente de toda la Patagonia”, afirmó el ministro, señalando que la provincia decidió avanzar con recursos propios. “Era una de esas tantas obras que eran cofinanciables con el gobierno nacional… ahora recayó exclusivamente en el Estado provincial”.
Frente a la falta de financiamiento nacional, el funcionario explicó que se priorizó salud sobre otras áreas: “Se pusieron los recursos a disposición para terminar esta obra… trabajamos con mucha cautela, asumiendo compromisos que se puedan cumplir”.
En relación al impacto de estas decisiones, mencionó el ejemplo del hospital de Ramos Mexía: “El movimiento económico y la generación de puestos de trabajo durante su construcción fue importantísimo para la localidad”.
Sobre la Ruta 23, reconoció que “lleva más de 20 años sin completarse” y que le faltan cerca de 30 kilómetros. “Todas las rutas nacionales son complejas de resolver porque son competencia del Estado nacional”, advirtió.
Además, alertó sobre el mal estado de varias rutas por falta de control: “No hay control de carga en rutas nacionales… hemos detectado hasta 20.000 kilos de más por camión, eso hace que el deterioro sea alarmante”.