Nicolás Damián Heredia recuperó definitivamente su libertad tras ser sobreseído por el juez de Bariloche Juan Pablo Laurence, quien dio por cerrada la causa al comprobar que no existía ninguna prueba que lo vinculara al incendio forestal por el cual había sido detenido.
Heredia fue arrestado el 5 de febrero mientras caminaba por un sendero en Mallín Ahogado, en plena emergencia por los incendios que afectaban la zona de El Bolsón. Dos testigos consideraron "sospechosa" su presencia y denunciaron que arrojó una botella con un líquido azul. Esa acusación inicial bastó para que fuera imputado y quedara bajo prisión preventiva durante tres semanas.
Desde el inicio, su defensa alegó su inocencia. "Lo que siempre dije fue la verdad y me acusaron sin tener pruebas", afirmó Heredia. Los peritajes posteriores confirmaron su versión: ni la botella tenía rastros de sustancias inflamables ni su celular o pertenencias aportaron indicios comprometedores. Tampoco los testimonios recabados pudieron sostener la acusación.
El fiscal Francisco Arrien, con el respaldo del fiscal jefe Martín Lozada, solicitó el sobreseimiento ante la falta absoluta de evidencia, destacando el deber de objetividad que rige su función: "Podemos decir con total tranquilidad que no tenemos esas evidencias".
Para el defensor oficial Nelson Vigueras, el caso deja una señal de alerta: "Heredia fue sometido al escarnio público y privado sin indicios suficientes. No es gratuito formular cargos en un contexto social de conmoción, donde los prejuicios a veces condenan antes que la Justicia".