Las trabajadoras de la salud en Bariloche denunciaron el colapso del sistema público y exigieron una recomposición salarial urgente. El nuevo hospital Ramón Carrillo, aseguran, es hoy solo una postal vacía.
Desde el hall del hospital zonal de Bariloche, y con el respaldo de ATE y otros sectores, Patricia Reinauel sintetizó el estado crítico del sistema de salud: “Los trabajadores están con un salario de hambre, que no alcanza ni a mitad de mes. Tenemos 0% de ofrecimiento del gobierno provincial. No hay insumos, no hay turnos, no hay calefacción. Nos traemos caloventores de casa”.
En diálogo con el programa Ideas Circulares, denunció además la falta total de inversión en el sistema: “No podés hacerte un análisis de sangre, no hay turnos para ecografías. Hay una gran ausencia de recursos humanos y materiales”.
Isabel, otra trabajadora de salud, agregó: “El gobierno provincial tiene una gran deuda con nosotros. Desde la pandemia seguimos al pie del cañón, pero las condiciones no mejoran. Faltó el agua, falta calefacción, no hay insumos, no hay mantenimiento. Todo sube, menos los salarios”.
Según relataron, muchos profesionales están dejando el hospital por las malas condiciones laborales. “Nuestro hospital tenía materia gris de sobra, pero lo están desguazando”, advirtió Isabel.
“No hubo recomposición salarial, no hay ley de insalubridad, no se pagan las categorizaciones. El gobierno sabotea nuestro salario. Por eso este es un ultimátum”, enfatizó Reinauel.
La situación es tal que cuestionan incluso la viabilidad del nuevo hospital Ramón Carrillo: “¿Con qué profesionales, con qué enfermeros, con qué medicinas se lo va a llenar? Es una utopía pensar en ofrecer salud de calidad en este contexto”.
Reinauel anunció que seguirán con medidas de fuerza: “Mañana vamos a estar en el Centro Administrativo exigiendo la reapertura de paritarias. Hoy el salario hospitalario alcanza, con suerte, para 15 días”.