El Gobierno nacional decidió extender por 60 días la medida que frena el ingreso de carne con hueso a la Patagonia desde zonas del país con vacunación contra la fiebre aftosa. La resolución 419 del Senasa fue publicada hoy en el Boletín Oficial, a menos de una semana del vencimiento de la suspensión original que había sido establecida por 90 días.
La decisión responde a la necesidad de esperar las respuestas oficiales de países como Chile y miembros de la Unión Europea, a quienes se consultó si la flexibilización normativa podría tener consecuencias sanitarias o comerciales. “El objetivo es esperar las respuestas de los países con los que se hicieron consultas formales”, explicaron fuentes oficiales.
La medida inicial, publicada en marzo a través de la resolución 180/2025, había modificado las condiciones sanitarias para permitir el ingreso a la Patagonia de carne con y sin hueso, productos cárnicos y material genético desde zonas vacunadas del país. Sin embargo, ante el rechazo generalizado de los productores patagónicos y la falta de consenso internacional, Senasa resolvió postergar su aplicación.
“La resolución 180 representa un retroceso sanitario y comercial que pone en riesgo los mercados internacionales ganados gracias al estatus libre de fiebre aftosa sin vacunación”, señalaron en un comunicado conjunto la Cámara de Frigoríficos Ovinos y Bovinos de la Patagonia y varias asociaciones rurales del sur. También advirtieron que la norma podría derivar en el quiebre de explotaciones ovinas, el abandono de campos y pérdida de soberanía territorial.
Desde el Gobierno, el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, aseguró que las consultas a países vecinos e importadores fueron realizadas a pedido de los productores patagónicos. “Consultamos si la decisión podía representar algún inconveniente con Chile, con la Unión Europea o con el traslado de animales desde Tierra del Fuego a Santa Cruz, por ejemplo. Enviamos notas a los países y estamos esperando respuestas”, detalló.
En lo que respecta al tránsito de hacienda desde Tierra del Fuego, que debe atravesar territorio chileno, ya se habría recibido una respuesta positiva: “No habría problema”. Sin embargo, en el caso de los mercados internacionales, aún se aguarda confirmación sobre posibles trabas comerciales.
La región patagónica ostenta un estatus sanitario diferenciado desde 2001, cuando un rebrote de fiebre aftosa llevó a establecer restricciones estrictas al ingreso de animales y productos desde otras zonas del país. Este estatus libre de aftosa sin vacunación ha sido clave para acceder a mercados de alto valor y sostener economías regionales con escasa densidad poblacional.
Uno de los argumentos esgrimidos para flexibilizar las normas fue el elevado precio de la carne en la región. Según relevamientos de marzo, mientras en Buenos Aires el kilo de asado se vendía a $8200, en el Alto Valle de Río Negro superaba los $20.000. La Patagonia cuenta con una oferta limitada de hacienda: unas 1,2 millones de cabezas de ganado vacuno y cerca de dos millones de ovinos, lo que condiciona el abastecimiento y eleva los precios.
Pese a la presión por mejorar la accesibilidad al producto, el rechazo de los sectores productivos y las dudas en el plano internacional llevaron al Gobierno a optar por una prórroga. Por ahora, la barrera sanitaria seguirá vigente.