La reapertura del Área Natural Protegida Río Azul – Lago Escondido (ANPRALE) está en el centro de la escena local, con medidas clave en marcha después del incendio que afectó la zona. Desde la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro anticipan que el informe crucial del CONICET se conocerá en octubre y será el disparador para definir cómo y cuándo se abre el área más golpeada, justo antes de la temporada estival.
3 claves rápidas
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Estudio de impacto en curso
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Informe final en octubre
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Sectores aún cerrados
El esperado regreso de visitantes al ANPRALE depende de un informe técnico tras el fuerte incendio. La provincia coordina junto al CONICET una revisión del suelo y las condiciones ambientales para asegurar que las zonas más comprometidas estén aptas y seguras en el verano. Ya hay sectores abiertos, pero los tramos más populares siguen cerrados hasta nuevo aviso.
Macarena Benítez, referente local del área, explicó que “siempre estamos trabajando en Amprale”, recordando que se trata de una de las áreas naturales protegidas más importantes y golpeadas de la comarca andina. “Después del incendio, la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de la provincia contrató al CONICET para un estudio de impacto sobre el suelo, porque sabemos que hubo afectación ambiental, geológica y social”, planteó Benítez.
El avance de los estudios tiene a la comunidad expectante. Ya se realizaron presentaciones ante pobladores de mallin, refugieros y actores turísticos, mientras la Secretaría coordina acciones y espera los resultados finales para octubre. Benítez detalló que una cuestión clave es el análisis del suelo: “Lo más simple, se quemó el árbol, se quemaron las raíces, el suelo deja de tener la misma resistencia y capacidad de tránsito que antes. Ese circuito que tantos años se transitó, lo tenemos que revisar para que no sufran ningún accidente las personas que nos van a visitar”, aclaró.