Gasto millonario y pocos resultados reales
Atur vuelve a estar en el ojo de la tormenta por el gasto en promoción turística a través de influencers. La reciente movida del *Tour a Tour*, impulsada por el área de Turismo provincial, destinó cifras millonarias a pagar viajes, pasajes y estadías a creadores de contenido. El objetivo era mostrar "los atractivos rionegrinos" desde Las Grutas hasta El Bolsón, pero los resultados parecen, cuanto menos, discutibles.
El esquema es conocido: agencias que agrupan a influencers cobran altos honorarios para armar posteos y reels que, supuestamente, promocionan el destino. Pero ¿cuánto de eso se traduce en turismo real? Un posteo en redes puede inflarse con visualizaciones compradas y likes falsos por pocos pesos, mientras los prestadores locales siguen esperando estrategias concretas que generen movimiento genuino.
Según fuentes consultadas, solo una acción reciente en Plaza Francia costó cerca de 250 millones de pesos.
Detrás de cada reel "espontáneo", de un paseo con un perro o una historia de 15 segundos frente a un lago, hay un presupuesto público que crece. Mientras tanto, los hoteles esperan turistas reales, no likes. El problema no es invitar a influencers —toda estrategia moderna puede incluir marketing digital—, sino la falta de una base científica, de criterios claros y de resultados medibles.
"Esta gente ni sabe dónde está parada, hacen un video en velocidad 1.4 y creen que descubrieron el genio del marketing", ironizan desde el sector privado. Los empresarios turísticos reclaman políticas serias, que articulen con los prestadores y se enfoquen en atraer visitantes reales. Porque, como dicen muchos, "los dibujos en redes no pagan las cuentas de una cabaña vacía".