Historias, voces y legado de un valle mágico que se prepara para sus cien años
A los pies del imponente Cerro Piltriquitrón, en plena Comarca Andina, El Bolsón atesora casi un siglo de historias que confluyen entre valles, ríos cristalinos y la calidez de su gente. Fundada oficialmente en 1926, esta localidad del suroeste de Río Negro se encamina hacia su gran celebración: el centenario en 2026. Un momento único que despierta curiosidad, orgullo y el anhelo de revivir las anécdotas que han forjado la identidad bolsonense.
Orígenes y primeros pobladores
Según los registros oficiales y los relatos que circulan en redes sociales y documentos históricos, los primeros pobladores llegaron buscando tierras fértiles y un futuro prometedor, asentándose en pequeñas chacras que dieron vida a la incipiente economía local. Historias compartidas en el grupo de Facebook “El Bolsón Memoria e Identidad” recogen testimonios de familias pioneras, como la de Juan y María Muñoz, quienes en fotografías en blanco y negro aparecen rodeados de hortalizas y manzanos florecidos. Estos testimonios, que se nutren de archivos personales y de un minucioso trabajo de historiadores como el profesor local Carlos Navarro, invitan a reconstruir la vida sencilla que bullía en estas tierras allá por la década de 1920.
Un valle de cultura y naturaleza
Con el paso de las décadas, El Bolsón se transformó en un punto de encuentro para viajeros, artistas y soñadores de todas partes. La Feria Regional, nacida en la plaza principal, se convirtió en un símbolo de la cultura local, albergando artesanías, productos orgánicos y gastronomía tradicional. Por sus pasillos, entre tejidos de lana y fragancias de miel, resuenan anécdotas contadas de abuelos a nietos, evocando el espíritu comunitario que caracteriza al pueblo.
En la biblioteca de la localidad, que conserva libros y publicaciones antiguas como “Pioneros en la Comarca Andina” o “Historias de un valle mágico”, se halla un testimonio invalorable: documentos sobre la llegada de los primeros comerciantes, la evolución del ferrocarril cercano y la influencia de corrientes culturales que llegaron con los famosos “hippies” de la década del 70. Todo ello entrelaza la tradición agraria con el impulso turístico que hoy distingue a El Bolsón.
Voces que mantienen viva la memoria
En el presente, diversas cuentas de Instagram y Facebook, como “Nuestro Bolsón Ayer y Hoy”, convocan a los vecinos a compartir fotografías familiares, reseñas de antiguas construcciones y relatos orales que pintan un mapa sentimental del pueblo. Allí surgen protagonistas como doña Teresa, guardiana de recetas típicas; o don Ernesto, un artesano que ha documentado en un cuaderno gastado los cambios urbanos y arquitectónicos de los últimos 50 años.
“Cada imagen desentierra recuerdos y emociones —comenta un historiador—. Queremos que para 2026 los jóvenes también se reconozcan en esta narrativa colectiva, y que comprendan el esfuerzo, la diversidad y la resiliencia que sostienen a El Bolsón”.
Rumbo a la gran fiesta de 2026
La Municipalidad y organizaciones comunitarias ya trabajan en la planificación de una serie de eventos que trascenderán lo protocolar para volcarse en actividades culturales, recreativas y de revalorización histórica. Será la oportunidad perfecta para inaugurar monumentos, recopilar testimonios y honrar a aquellos que dieron forma a uno de los pueblos más emblemáticos de la Patagonia.
Mientras El Bolsón avanza a paso firme hacia su centenario, las redes sociales y el espíritu colectivo continúan escribiendo su historia cotidiana. El silencio sereno de sus montañas y la brisa que recorre sus ferias y huertas seguirán invitando a lugareños y viajeros a sumarse al latido constante de un valle que, con casi cien años a cuestas, permanece tan joven y vibrante como siempre. Y en 2026, ese latido se convertirá en una fiesta inolvidable donde pasado, presente y futuro se fundirán en un abrazo celebratorio.