El aeródromo de El Bolsón enfrenta un panorama crítico: parcialmente clausurado por la ANAC, sigue siendo esencial para vuelos de emergencia, sanitarios y principalmente en el combate de incendios como los de los lagos Los Manzanos y Martín. Sin embargo, su uso recreativo por parte de vecinos, como paseos, ciclismo y caminatas, agrava los riesgos operacionales.
En este contexto, los colegas de Noticias de El Bolsón, canal 10 entrevistó a Rubén Caramilla, miembro de la Brigada de Lucha contra Incendios y de la Brigada de Montaña. Caramilla describió una preocupante situación reciente:
"Ayer, por desgracia, el piloto tuvo que... no pudo aterrizar porque había gente justo interfiriendo en la pista, como pasa siempre. La gente piensa que es una pista de la salud y viene a caminar, correr o traer a los chicos a andar en bici, a pasar la tarde."
Caramilla también señaló los esfuerzos de la brigada para garantizar la seguridad: "Desde acá se generan recorridos constantes, se advierte a las personas que no pueden estar. Siempre que se los ha encontrado, se les dice que es un delito federal, pero la gente no hace caso y sigue metiéndose a la pista."
La legislación es clara: según el artículo 190 del Código Penal Argentino, interferir en las operaciones aéreas es un delito federal, castigado con penas de dos a ocho años de prisión. Sin embargo, como explicó Caramilla, la capacidad operativa para controlar todo el perímetro del aeródromo es limitada:
"Poder podemos recorrerlo, pero se torna bastante largo y complicado. Cuando estás controlando un sector, ingresan por el otro."
A esto se suma la colaboración constante con las aeronaves del Plan Nacional de Manejo del Fuego y las civiles.
Falta de medidas y necesidad de intervención política
La carencia de un cerco perimetral, junto con la insuficiencia de personal y la limitada aplicación de las normativas, refleja una falla estructural que exige atención inmediata. Es crucial que las autoridades locales y nacionales implementen medidas, como reforzar la seguridad con fuerzas federales, para garantizar la protección de las operaciones aéreas.
El aeródromo de El Bolsón, vital para emergencias y combate de incendios, enfrenta riesgos evitables. La colaboración de vecinos, junto con una acción política decidida, es indispensable para prevenir tragedias y asegurar que este espacio siga cumpliendo su rol esencial. Como bien advirtió Caramilla: "Se lo he dicho y se lo han dicho mis compañeros montones de veces: es un delito federal."
(Citas tomadas de la entrevista realizada por Noticias de El Bolsón a Rubén Caramilla).