Londres/Nueva York – Cada primavera, supermercados y hogares de Europa Occidental y Norteamérica se llenan de huevos de chocolate y conejitos de Pascua, tradiciones que, aunque hoy parecen comerciales, esconden un trasfondo histórico que se remonta a rituales paganos, adaptaciones cristianas y migraciones culturales.
1. El huevo: símbolo de vida y renacimiento
- Raíces paganas: En culturas antiguas como la mesopotámica y la germánica, el huevo representaba el renacimiento de la naturaleza en primavera. Los persas y egipcios los pintaban como ofrendas en sus festividades estacionales.
- Cristianización: La Iglesia medieval lo adoptó como alegoría de la resurrección de Jesús, prohibiendo su consumo en Cuaresma y fomentando su decoración para romper el ayuno en Pascua.
“El huevo encapsula la idea de vida nueva, tanto en la cosmovisión precristiana como en la teología cristiana”, explica la historiadora Caroline Wilkinson (Universidad de Cambridge) en un reportaje de la BBC.
2. El conejo: de diosa pagana a repartidor de huevos
- Leyendas germánicas: La diosa Ēostre (asociada a la primavera) tenía como símbolo una liebre, animal fértil que luego se fusionó con el conejo en tradiciones posteriores.
- Siglo XVIII: En Alemania y Países Bajos, surgió la figura del “Osterhase” (conejo de Pascua), que dejaba huevos decorados en los jardines de los niños. Migrantes alemanes llevaron esta costumbre a EE.UU. en el siglo XIX, donde se masificó.
Dato curioso: En Australia, el conejo es una especie invasora, por lo que desde 1991 se promueve al bilby (marsupial nativo) como alternativa.
3. Globalización de una tradición
La industrialización del siglo XX transformó estos símbolos:
- Huevos de chocolate: Los confiteros británicos y suizos los popularizaron en 1870, reemplazando los huevos duros pintados.
- Marketing estadounidense: Empresas como Cadbury y Hershey’s asociaron el conejo a campañas publicitarias, consolidando su imagen actual.
🔎 Fuente: Reportaje de BBC Mundo (abril 2025), con entrevistas a historiadores de Cambridge y el Museo Británico.