Las elecciones municipales del próximo 27 de abril en nueve localidades de Río Negro representan mucho más que una instancia local. Para Juntos Somos Río Negro (JSRN), son una prueba clave de su capacidad de retener hegemonía territorial, movilizar estructuras y proyectar competitividad de cara a las legislativas nacionales de octubre. En un escenario político fragmentado, cada comuna en juego se convierte en un capítulo estratégico del relato provincial que el oficialismo quiere sostener.
Con intendencias claves como Jacobacci, Sierra Colorada, Pilcaniyeu y Ñorquinco bajo su control, JSRN llega a la contienda con una ventaja relativa. Sin embargo, la fragmentación opositora y el surgimiento de desafíos locales, como la irrupción del PRO en Pomona o las múltiples listas en Jacobacci, plantean un mapa electoral donde cada voto pesa y cada resultado cuenta.
"Esta elección es mucho más que la renovación de autoridades locales: es un mensaje político en sí mismo", señalan desde los equipos de campaña del oficialismo.
La figura del gobernador Alberto Weretilneck se vuelve central en esta etapa. Su respaldo activo a los candidatos del espacio refuerza la lectura de que el 27A no es un evento menor. En Jacobacci, donde se juega una intendencia sensible con un proyecto minero en curso y una alianza estratégica con UCR y Redes, el resultado puede funcionar como indicador anticipado del clima electoral provincial.
"Estamos consolidando un modelo que combina gestión con arraigo local. Pero sabemos que el desafío ahora es sostener ese vínculo con la ciudadanía en un contexto cambiante", confió un dirigente de JSRN en Godoy, otra comuna donde el partido se enfrenta a múltiples listas.
A diferencia de octubre, donde la disputa será con actores nacionales como La Libertad Avanza o un PJ revitalizado, en abril la batalla es más táctica: sumar concejales, revalidar intendencias y mostrar musculatura en territorio propio.
Un dato más toda pequeña victoria de la oposición será magnificada a nivel nacional sea pj, pro, lla.