En el programa Ideas Circulares (Radio C), el periodista e investigador Abel Basti cuestionó la historia oficial del suicidio de Adolf Hitler y propuso una revisión crítica del pasado de Bariloche, incluyendo los vínculos con el nazismo y el ocultamiento sistemático de ciertos hechos.
“Hitler nunca fue encontrado. No había rastros de disparos, pólvora, huesos, ni nada que certifique su muerte en el búnker. Por eso recién se lo declaró legalmente muerto en 1956, once años después, por falta de pruebas”, explicó Basti.
El disparador fue la reciente difusión de archivos supuestamente desclasificados por el gobierno nacional. “Es falso. No hubo ninguna desclasificación nueva. Son documentos que ya habían sido digitalizados en la época de Menem. Lo único que pasó ahora es que se pusieron online”, aclaró.
Basti también apuntó a la historia local. “Bariloche necesita sincerar su historia. Se deben revisar archivos, diarios antiguos, y reconocer quiénes fueron los actores económicos, políticos y sociales que articularon con intereses alemanes durante el siglo XX”, afirmó.
Habló de Primo Capraro, uno de los fundadores de la ciudad: “Fue testaferro de capitales alemanes. Su esposa, alemana, fue a parir a Alemania para que su hijo naciera allá. Estamos hablando de una época donde Alemania buscaba crear colonias ultramar en regiones como Bariloche”.
Además, denunció que muchas de las mansiones junto al lago y los grandes lotes fueron entregados a empresas o ciudadanos alemanes. “Esto fue en 1905. Hay registros en los diarios porteños de la época. Es un escándalo que después se trató de revertir, pero los títulos ya estaban entregados”.
También criticó la histórica exclusión de colectividades sudamericanas en la Fiesta de las Colectividades de Bariloche. “Siempre estuvieron representadas colectividades afines al Tercer Reich, como alemanes, suizos, austríacos, italianos fascistas. Las colectividades sudamericanas fueron sistemáticamente excluidas, incluso apelando al INADI en los años ‘90”.
Basti concluyó: “Ocultar la verdad es mantener el problema. Si no entendemos el pasado, es difícil comprender el presente y proyectar el futuro. Bariloche necesita una mirada crítica y profunda sobre su propia historia”.