El periodista Luis César Pérez analizó en una entrevista la necesidad de que los municipios recuperen el control de las tierras fiscales, tal como lo establece la Constitución rionegrina. Cuestionó los manejos políticos que subordinan el desarrollo local al poder provincial y planteó la urgencia de pensar una Patagonia con verdadera autonomía y sentido regional.
Luis Pérez comenzó su intervención celebrando la idea de una articulación regional entre gobernadores patagónicos, pero advirtió: “En ese primer intento que se dio, luego cada uno se cortó por su lado, se arregló de la mejor forma posible, pero todos terminaron aceptando lo que el presidente de la Nación les planteaba”.
Para el periodista, la región aporta “entre el 65 y 90% de la energía” del país, pero no recibe beneficios proporcionales. “Estamos entregando todo y no recibimos absolutamente nada. Si ese es el objetivo de los gobernadores, acompañaremos esa iniciativa. Pero ya te digo, le tenemos mucho miedo”, aseguró.
Pérez también criticó el funcionamiento político: “Hay que terminar con el toma y daca. No sirve esto. O nos paramos en serio o vamos a seguir alimentando dos lugares que cada vez se hacen más fuertes: CABA y la deuda externa”. Y fue enfático: “CABA no produce absolutamente nada. Sin embargo, el gas faltó en muy pocos lugares, menos en CABA. Las provincias son las que reciben este sogazo”.
Uno de los ejes centrales del análisis fue la propiedad de la tierra fiscal. Pérez repasó el espíritu de la Constitución provincial de 1988, que indicaba que, a los cinco años de su sanción, las tierras debían pasar a los municipios. Sin embargo, “esto no pasó porque el gobernador de ese momento, Horacio Massaccesi, sacó un decreto que condiciona esa entrega a que estén urbanizadas y con servicios”.
“El problema es que hoy la provincia decide sobre tierras que son del municipio”, advirtió. Mencionó como ejemplo el caso de la zona de Los Baguales, con potencial hidroeléctrico, cuya gestión quedó en manos provinciales.
El periodista propuso un modelo de financiamiento local con las tierras como garantía. “Significa poder planificar. Es una forma de sacar un crédito y decir: ‘acá tengo esta garantía’. Si no pago, ustedes pueden hacer uso. Pero la gente va a pagar con más ganas porque ve que se hacen las casas, las cloacas, los servicios”, explicó.
Además, recordó el rol de los ejidos colindantes y la necesidad de que la legislatura derogue el decreto que impide transferir las tierras. “Eso es la única forma de la cual nosotros podemos salir adelante y disponer no de lo que diga una persona o una legislatura, sino lo que digan los vecinos”, señaló.
En referencia al impacto político, Pérez sostuvo que hace falta una transformación profunda. “Se necesita hombres jóvenes, pero con ideas. Porque tenemos hombres jóvenes que siguen las ideas de los viejos. Hay que enamorarse de este proyecto, porque es lo que pensaron nuestros constituyentes en 1988”.
Sobre el final, planteó la posibilidad de que la Patagonia asuma un rol más firme: “Si logramos trabajar ciertamente con todas las provincias patagónicas en formar un bloque, nos van a escuchar bastante. Vamos a tener algo que es clave: sentido patagónico”.