La legisladora Magdalena Odarda, de la Legislatura de Río Negro, impulsa un proyecto de ley destinado a disolver el actual Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate (COER) de la Policía. La propuesta busca crear el "Grupo Especial General San Martín" y excluir expresamente su intervención en la represión de la protesta social.
Esta iniciativa surge como respuesta a la trágica muerte del oficial Gabriel Mandagaray, quien falleció el 15 de abril de 2021 durante una capacitación que, según Odarda, "expuso la utilización de métodos violatorios de las garantías constitucionales en la fuerza pública".
En los fundamentos del proyecto, la autora califica la muerte de Mandagaray como un "delito de homicidio agravado por la existencia de torturas", calificándola como "el primer caso en la historia constitucional de la provincia en que un integrante de la Policía muere bajo estas circunstancias en un entrenamiento organizado por la propia fuerza".
Durante la reconstrucción del hecho se reveló que Gabriel y sus compañeros fueron sometidos a torturas. Pese a advertir que no sabía nadar, Mandagaray fue obligado a ingresar al mar con uniforme, borceguíes y armas. La respuesta inapropiada de los funcionarios fue: "no importa, la mierda flota".
Odarda considera "imprescindible disponer el reemplazo del grupo COER" por la nueva unidad que cumpla con "los fines y valores que deben regir a una fuerza de seguridad democrática".
El proyecto propone que la nueva unidad absorba a los miembros del COER sin antecedentes penales y actúe con "respeto irrestricto a los Derechos Humanos". Modificará la Ley Orgánica Policial estableciendo que su intervención estará "expresamente excluida a los fines de la represión de la protesta social", una función que el COER ejerció en varias oportunidades, incluso utilizando gases lacrimógenos contra docentes y legisladores.
Además, la capacitación anual será obligatoria e impartida por instructores formados, prohibiendo que los propios jefes de los cursantes dicten o evalúen los contenidos para evitar la repetición de prácticas deshumanizantes.