Reclamo y celebración
Histórica primera edición
Diversidad que hace comunidad
La Marcha Provincial del Orgullo LGBTIQ+ llegó por primera vez a Lago Puelo y, lejos de los discursos de miedo y las difamaciones previas, dejó una postal de fiesta popular, reclamo político y alegría compartida en la plaza central y las calles de la localidad cordillerana. El organizador Lucas Poloni contó que la jornada se vivió “con mucho cariño” y que, para la comisión, el mayor balance pasa por las caras felices de quienes marcharon y por las palabras de agradecimiento de las familias que se acercaron con sus hijes.
Según Poloni, uno de los puntos más valiosos fue haber logrado que la marcha sea un espacio seguro para poner el cuerpo, denunciar, reclamar y tomar el micrófono frente a todo el público, algo clave en un contexto donde se multiplican los discursos de odio y los intentos de disciplinar a la diversidad. También destacó la participación de artistas de la comunidad LGBTIQ+ que no siempre cuentan con escenarios propios y que en Lago Puelo pudieron mostrar su trabajo y ganar visibilidad ante una audiencia diversa.
La convocatoria no se quedó sólo en la Comarca Andina: llegaron activistas, familias y colectivos de El Bolsón, Villa La Angostura, Bariloche, Trelew, Rawson, Puerto Madryn y Comodoro, entre otros puntos de Río Negro y Chubut, consolidando a la séptima Marcha Provincial como un verdadero encuentro patagónico. Para la organización, esa presencia federal demuestra que el Orgullo “mueve” a la región y que la sede en Lago Puelo marca un antes y un después en la historia de la comarca.
En la previa hubo versiones que acusaban a la marcha de “venir a romper o destruir Lago Puelo” y mensajes que advertían posibles daños a iglesias y edificios, pero el día después confirmó todo lo contrario: la plaza quedó tal cual se la entregaron, el recorrido no registró destrozos y no hubo escraches a templos ni a instituciones. Poloni remarcó que la comisión invita siempre a cuidar los espacios compartidos, aunque también reconoció que cada persona es responsable de sus actos y que ninguna organización puede controlar completamente a una multitud.
La cita en Lago Puelo fue el resultado de un año entero de asambleas, reuniones y actividades previas, con trabajo voluntario y militante para armar el cronograma, articular con el municipio y sostener la logística de talleres, feria, escenario y marcha. Ahora, con la confirmación de que la próxima sede será Puerto Madryn, la expectativa está puesta en que la rueda siga girando y que, en algunos años, el Orgullo vuelva a Lago Puelo o a otra localidad de la Comarca Andina, con nuevas estrategias pero el mismo objetivo: más derechos, más visibilidad y menos odio.

