La crisis en los hospitales rionegrinos se profundiza con rumores de renuncias en cadena, falta crónica de médicos y parches caros que generan más tensión interna. Mientras legisladores como Acevedo piden declarar la emergencia sanitaria, directivos clave dejan sus puestos y el Estado busca soluciones de emergencia para 2026. Viedma, Cipolletti y El Bolsón lideran los focos rojos de un sistema al límite.
Renuncias en Viedma y Cipolletti
Médicos itinerantes disparan celos
Emergencia sanitaria postergada
### Urgencia por la emergencia sanitaria
En El Bolsón, la UCI estuvo cerrada casi un año por falta de médicos, resuelta solo con itinerantes de otras provincias que viajan en fines de semana y cobran hasta un millón de pesos por guardia. Estos profesionales salvan el día, pero los médicos locales ganan un tercio, lo que genera celos, licencias y rechazo a guardias opcionales que antes eran un extra para sobrevivir.
### Renuncias que agravan todo
Rumores confirmados señalan que la dirección del hospital Artémides Zatti de Viedma, renunció en medio de una crisis en enfermería, quedándose hasta encontrar reemplazo. En Cipolletti, Sergio Wisky, mano derecha del ministro de Salud y flamante secretario de Coordinación Operativa, interviene directamente para mantener la operatividad. Recientemente, el secretario de Salud Leonardo Gil también dejó su cargo, volviendo al hospital Ramón Carrillo de Bariloche, en un contexto de reestructuraciones y revisión de contrataciones de médicos.
### Déficit que no cede en la Andina
En El Bolsón persiste la escasez: faltan clínicos y psiquiatras, con solo uno para toda la demanda post-incendios, recurriendo a Bariloche para urgencias. Wisky buscar especialistas en todo el país —pediatras para Viedma, cirujanos para Cipolletti—, pero el problema va más allá del sueldo: condiciones laborales y pertenencia. Gremios advierten que el descontento lleva a más bajas, dejando un 2026 sin rumbo claro para la salud pública.
