La entrevista a Maximiliano Almonacid, referente de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) en El Bolsón, deja un panorama intenso: preocupación por la temporada de verano, salarios que mejoran pero no alcanzan, recesión fuerte en la economía local y un escenario político que ya se mueve pensando en 2027.
Panorama del turismo: caro, incierto y con incendios de fondo
Almonacid advierte que si la temporada llega al 70% de ocupación “hay que darse por muy satisfechos”, porque hoy el nivel de consultas es bajísimo y hay fines de semana donde algunos complejos directamente no reciben llamados. Señala que El Bolsón se volvió un destino caro, con precios que se parecen a Bariloche o la costa atlántica, pero sin la misma variedad de propuestas, lo que le resta competitividad ante turistas de lugares como Comodoro Rivadavia o incluso frente a destinos en Brasil.
A esto se suma el impacto de los incendios recientes, que generan temor e incertidumbre en quienes no conocen la zona y solo ven imágenes de fuego en la montaña, más las restricciones para hacer fuego, medidas que él apoya en términos preventivos pero que, remarca, no resuelven el problema de fondo porque la mayoría de los focos no salen de los campings ni de la zona urbana.
Sueldos gastronómicos: cifras altas, costos más altos todavía
En lo salarial, Almonacid explica que un mozo o cocinero de hotel de una estrella está en el orden de 1.400.000 pesos de bolsillo y que en enero la categoría de camareros, mozos y cocineros rondará entre 1.700.000 y 1.800.000 pesos, gracias a un aumento cercano al 30% para el básico. Remarca que en la zona andina los valores están a la par o por encima de Buenos Aires por el adicional de zona fría, pero aun así la canasta básica es una de las más caras del país, con alquileres que pueden ir de 500.000 a 600.000 pesos, dejando a una familia tipo con unos 800.000 para comida y gastos mínimos
También marca un límite: el gobierno nacional no estaría homologando acuerdos paritarios por encima de cierto porcentaje, lo que frena la posibilidad de que los sueldos se ubiquen aún más arriba, pese a que el gremio considera que el esfuerzo de la actividad lo justificaría. En paralelo, muchos empleadores dudan si tomar más personal para la temporada, y algunos alojamientos ya optaron por pasar al alquiler permanente ante la falta de reservas.
Recesión local y comercios en pausa
Almonacid describe un clima de recesión fuerte en El Bolsón: comercios que cierran, otros que eligen no contratar personal hasta ver “cómo viene la temporada” y propietarios de residenciales que directamente se bajan del turismo estacional. Cuenta el caso de conocidos del rubro de la construcción que pasaron de tener veinte empleados a uno solo, un síntoma de que la obra privada se frenó y de que el parate económico va mucho más allá del turismo.
Para el dirigente gastronómico, la situación amerita un análisis interinstitucional serio, donde se sienten a la mesa el municipio, la provincia, la Cámara de Turismo y los actores del sector para definir qué modelo de destino se quiere y cómo ser competitivos frente a Bariloche, Brasil o Chile. Sin ese debate, sostiene, El Bolsón queda en una especie de “adolescencia” como ciudad turística, pese a sus cien años de historia y su dependencia económica del sector servicios
Qué turismo se quiere y qué rol juega la política
Recordando el caso de San Martín de los Andes, que hace años decidió no apuntar al turismo estudiantil, Almonacid dice que El Bolsón necesita marcar con claridad a qué tipo de visitante quiere atraer y ser “el mejor” en ese segmento, ya sea en circuitos, gastronomía o propuestas culturales. Plantea que sin esa definición se pierde foco, se improvisa y se termina compitiendo mal en todos los frentes, sobre todo cuando el contexto nacional encarece los viajes internos y desalienta al turismo internacional.
En este marco también menciona que el nuevo ente municipal de promoción (EmproTur local) y la agencia provincial de turismo ATUR pueden ser herramientas útiles, siempre y cuando haya una estrategia consensuada con el sector privado y no se repita el esquema de “hacer lo mismo esperando resultados distintos”.
Reforma laboral, futuro político y el lugar de Río Negro
Consultado por la reforma laboral que impulsa el gobierno nacional, Almonacid aclara que por ahora solo hay borradores y que la ley no puede aplicarse de forma retroactiva, por lo que pide bajar la ansiedad hasta conocer el texto definitivo. Señala que su principal duda es si los cambios realmente generarán más puestos de trabajo, como ocurrió en algunos países, o si solo flexibilizarán condiciones sin mejorar el empleo, escenario que en la historia argentina ya mostró malos resultados.
Sobre el mapa político, pronostica que en Río Negro el 2027
se definirá principalmente entre María Emilia Soria y Aníbal Tortoriello, con una migración de dirigentes desde Juntos Somos Río Negro hacia este último. Advierte además que la provincia llega debilitada al no contar con diputados ni senadores propios dentro del oficialismo nacional, lo que la vuelve más vulnerable a la hora de negociar leyes clave vinculadas a gas, minería y otros intereses estratégicos.
Mensaje final a los afiliados gastronómicos
Ya sobre el cierre, el referente de UTHGRA deja un mensaje directo a los trabajadores del sector: desea una buena Navidad y un mejor año nuevo, con mucho trabajo y la posibilidad de terminar la temporada sintiendo que “valió la pena el esfuerzo”. Reafirma la idea de que la familia gastronómica es “una gran familia” y que, frente a la crisis, la salida es mantenerse unidos y organizados en el gremio.
